UN BUEN DOCENTE DEMUESTRA SU HABILIDAD EN MÚLTIPLES SITUACIONES

El tacto pedagógico es la habilidad consciente que permite a un profesor actuar de manera improvisada en las situaciones educativas, que siempre están cambiando.
El tacto pedagógico representa las diversas formas en que cualquier adulto puede actuar de manera pedagógica con los niños. Permite preservar un espacio para el niño, proteger lo vulnerable, evitar que se haga daño, recomponer lo que se ha roto, reforzar lo que es bueno, resaltar lo que es único y favorecer el crecimiento personal. Confía en nuestra habilidad para detectar las necesidades de niños y también sus posibilidades concretas.

El estudio del tacto nos permite centrarnos en algunos elementos de la situación de enseñanza/aprendizaje que la mayoría de las teorías, modelos y métodos no han querido o podido tratar.
La teoría pedagógica es, en última instancia, una cuestión práctica. En el mundo de la enseñanza y el aprendizaje algunos temas son recurrentes en nuestras experiencias cotidianas. Son temas como la dificultad, el interés, la disciplina y el humor.

Las lecturas del Tacto Pedagógico y el Tacto y su Enseñanza me interesaron mucho ya que en ellas vienen ejemplos o situaciones que hacen que la lectura se comprenda mejor. Te hacen ver por medio de estos ejemplos la importancia que tiene tanto el docente como el padre de familia para que el niño logre solucionar problemas que le suelen pasar tanto dentro como fuera de la escuela.

El maestro juega un papel muy importante en la vida de sus alumnos algunas veces depende de ellos la manera en como el alumno vea las cosas y se afronte a ellas. El maestro debe de estar siempre ahí observando a sus alumnos para poder apoyarlos en el momento que ellos lo necesiten así se aprovecha la oportunidad para establecer una relación que favorezca al desarrollo. Se debe de ser un maestro alentador que se las ingenia para animar a todos a realizar las actividades y logren llevarse con éxito y así elevar su autoestima.
Es muy importante la actitud que manifieste el maestro. Puesto que una actitud es una predisposición para actuar, ya sea positiva o negativa, hacia las personas, ideas o situaciones, su influencia dentro del proceso enseñanza- aprendizaje es determinante. Una actitud tiene un efecto directo sobre la conducta.

El tacto pedagógico se puede emplear en cualquier momento en el trabajo docente es una manera de ver situaciones de los niños de un forma natural y resolver problemas como algo normal que pasa en la vida. En las prácticas como docentes tenemos que estar siempre al tanto de las situaciones de los alumnos y tratar de ayudar con lo que se enfrentan.
Tenemos que crear un buen ambiente de trabajo, estar siempre a disposición para nuestros alumnos, inculcar valores positivos. Pero lo que es mas importante estar en constante comunicación con los niños para que así se tenga una confianza entre el docente y el alumno pero nunca dejando atrás la importancia del respeto.


-Manen, Max van (1998), “El tacto pedagógico” y “El tacto y la enseñanza”, en El tacto en la enseñanza. El significado de la sensibilidad pedagógica, Barcelona, Paidós (Paidós Educador, 135), pp. 159-214.